Descubierto en la década de 1890, y formando parte del conjunto del arte levantino del Arco Mediterráneo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el abrigo de la Cocinilla del Obispo se encuentra encajonado bajo los estratos de una formación de arenisca rojiza.
A diferencia de otros abrigos en los que se aprecia una gran variedad temática, en este abrigo encontramos un gran número de figuras que representan a una misma especie animal, el toro, reflejado además en múltiples actitudes.
Al tratarse de un animal propio del entorno, el toro fue uno de los personajes más recurrentes en las pinturas de arte levantino, siendo generalmente representado en manada (como en este caso) o formando parte de escenas de cacería.
Los bóvidos de este panel aparecen pintados en tintas planas, y en varios colores. Además de las cinco figuras anaranjadas situadas en el extremo izquierdo, destaca la presencia de un gran toro de color rojo en la zona central.
Este parece haberse ejecutado sobre una representación precedente de color blanco, una tonalidad que, si bien es poco habitual en el arte levantino, se encuentra con bastante frecuencia en los abrigos de la Sierra de Albarracín. La unidad estilística del conjunto pictórico ha permitido datarlo entre los años 7000 y el 6000 a.C.