El abrigo del Ciervo, situado a unos 20 metros de distancia del Abrigo de las Figuras Diversas, fue descubierto por el prehistoriador y arqueólogo Martín Almagro en 1972.
Aprovechando un muro liso, el panel decorado ocupa una superficie de 1,85 metros de altura y 2,60 metros de anchura, estando cubierto por un voladizo superior.
A pesar de situarse a resguardo de las inclemencias del tiempo, la mayor parte de sus pinturas se encuentran en un avanzado estado de degradación.
Solamente se aprecia con nitidez la figura de un gran ciervo que preside el conjunto y que da nombre a este abrigo.
El ciervo aparece representado en color rojo aplicado en tintas planas. Está dotado además de un gran detallismo, apreciable sobre todo en la zona de la cornamenta que presenta una profusa ramificación.
Si bien es cierto que el ciervo es uno de los animales que aparecen con mayor frecuencia en los paneles decorados del arte levantino, no resulta tan habitual encontrar este tipo de representaciones en el entorno de la Sierra de Albarracín, lo que hace que este abrigo cobre un mayor interés histórico y científico.
Se ha determinado que este conjunto pictórico fue realizado entre los años 7000 y 4500 a. C., momento en el que resultaban habituales las representaciones mixtas de animales que poblaban los bosques circundantes, generalmente formando parte de escenas de cacería.